martes, 17 de mayo de 2011

El Educador Social como profesional de intervención directa para evitar la brecha digital y como agente de formación en la alfabetización digital de colectivos desfavorecidos.




A continuación quedan expuestas las ideas principales de la lectura de Bruno Fernández Cladera, profesor asociado de NNTT Aplicadas a la Educación. Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación. Universidad de las Islas Baleares. La lectura en cuestión recibe el nombre de “El papel del profesional de la educación social en la e-inclusión”.
Antes de dar paso a la tarea en sí, es necesario dejar claro que tras varios meses cursando la asignatura de Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación en la Universidad Pablo de Olavide, como alumna y futura Educadora Social y Trabajadora Social, me planteo una serie de cuestiones que tienen que ver precisamente con el contenido de la lectura mencionada, es decir, me he llegado a preguntar en varias ocasiones lo siguiente: “La asignatura de Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación, ¿será útil en mi desempeño profesional?” “Y en mi vida personal, ¿tendrá alguna aplicación?” “¿Será una competencia necesaria para el ejercicio y desarrollo de mi futura profesión?”
Dado que he llegado a preguntarme todas estas y otras muchas cuestiones, he creído necesario buscar respuestas a mis dudas. Por eso, he decidido exponer las ideas principales de la lectura de Bruno Fernández Cladera, pues en ella se hace mención a la figura del Educador Social, a sus diferentes campos de intervención así como a las habilidades y competencias necesarias para un buen desempeño profesional, de acuerdo con las características de la sociedad en la que nos encontramos inmersos.
A continuación daré paso al resumen de la lectura en sí:
Según  una  valoración  de  los  estudios  de  Educación  Social, realizada  por  el departamento durante el curso académico 2005-2006, la asignatura de Nuevas  Tecnologías  Aplicadas  a  la  Educación  obtiene  una  buena  valoración  por parte del alumnado del último curso, pero la perciben como una competencia no tan necesaria  para  el  ejercicio  y  desarrollo  de  su  futura  profesión  como Educador/a Social.  
Los profesionales de  la Educación Social, que actúan, según el R.D. 1420/1991 (BOE  1-10-1991),  en  los  campos  de  la  educación  no  formal,  educación  de adultos, inserción social de personas en riesgo de exclusión y minusválidos, así como  en  la  acción  socioeducativa,  pueden  utilizar  las  Tecnologías  de  la Información  y  la  Comunicación  (TIC)  como  herramientas  de  acción  e intervención  social.  Esta  profesión  tiene  una  relación  directa  con  la  realidad social y las TIC son un importante medio y agente de Educación Social.  
Las  TIC  están  cada  vez  más  omnipresentes  en  casi  todas  las  actividades humanas. Este hecho favorece el acceso a la información y a la generación de conocimiento. Para poder hacer efectiva una alfabetización digital de colectivos desfavorecidos, es  necesario  llegar  a  los  usuarios  y  lograr  que  perciban  las iniciativas formativas como algo dirigido y orientado a ellos. En este ámbito, es donde  los  Educadores  Sociales  pueden  intervenir  porque  actúan  con  estos colectivos, además se ocupan de aquellos campos de la educación que no tienen una regulación  concreta  y  las  TIC  representan  una  oportunidad  de  inclusión social.
La  Educación  Social  tiene  un  importante  papel  a  ejercer  en  la  Sociedad  de  la Información.  Estos  profesionales  no  pueden  ignorar  el  hecho  tecnológico  y deben prepararse para  adaptarse  a  estos nuevos  recursos  y participar de  forma activa  en  el  movimiento  social  denominado  E-Inclusión,  cuyo  objetivo  es eliminar  la  brecha  digital,  un  término  utilizado  para  describir  que  el mundo se puede dividir entre las personas que tienen y las que no tienen acceso y capacidad para usar las  TIC. 
Como  agente  de  formación,  el  Educador/a  Social  no  sólo  puede  diseñar,  organizar  y/o  evaluar  procesos  formativos  no  formales  o  informales,  sino que también puede llevar a cabo la intervención directa en la aplicación de dichos programas.
Cada vez es mayor  el uso de  las TIC para  la  inclusión  social de colectivos en riesgo de exclusión social y laboral a través de programas promovidos por las administraciones públicas y gestionadas la mayoría de veces por organizaciones no gubernamentales de acción social.
Podemos mencionar experiencias como el proyecto E-L4E-I  (e-learning  for e-inclusión), dirigido a  personas  excluidas,  de  manera  que  puedan  usar  Internet  para  expandir  sus capacidades, mejorarse  a  sí mismos  y  conseguir  una  vida mejor.
Otro ejemplo es la Fundación Bip Bip, que  tiene  como  objetivo  fundamental  la integración  social de  los colectivos más desfavorecidos a  través de  las nuevas tecnologías.  Esta  fundación  contribuye  con  su  labor  a  que  inmigrantes, toxicómanos  en  rehabilitación,  niños  tutelados,  personas  mayores,  población reclusa en proceso de  reinserción, personas con discapacidad  física y psíquica, personas  sin  hogar,  y mujeres  víctimas  de  la  violencia  de  género  entre  otros, puedan  tener  más  oportunidades  en  la  actual  Sociedad  de  la  Información.
Es obvio que para que  los profesionales de  la Educación  Social puedan utilizar las TIC en el ejercicio y desarrollo de su profesión, han de estar alfabetizados digitalmente,  igual  que  cualquier  ciudadano  de  la  sociedad  actual.  Y  ¿qué implica  la  alfabetización  digital?
Miquel Ángel  Prats, Doctor  en  pedagogía  y profesor  de  nuevas  tecnologías  en  la  Facultad  de Educación Blanquerna  de  la Universidad Ramón Llull, entiende que “alfabetizar es instruir en los conceptos y procedimientos más básicos de la  tecnología”,  es  decir,  en  el  caso  que  nos ocupa,  aprender  a  leer  y  escribir  con  un  nuevo  lenguaje:  el  propio  de  los medios tecnológicos y audiovisuales.
El  Educador/a  Social  está  incorporando,  aunque  de  forma muy  lenta,  las  TIC para mejorar  la  intervención social y contribuir a salvar la brecha digital. Cada vez  más  el  uso  continuo  de  la  red  para  la  búsqueda  de  información,  las herramientas  informáticas  para  la  gestión  y  el  tratamiento  de  información,  el intercambio profesional y el correo electrónico son recursos utilizados por estos profesionales. 
Entre  el  conjunto  de  herramientas  de  comunicación  que  el  profesional  de  la Educación  Social  debe  conocer  y  que  facilitaran  la  interacción  y  colaboración social, son las denominadas herramientas de software social. Estas herramientas engloban  el  correo  electrónico, mensajería instantánea, bitácoras de red, wikis, grupos de noticias, etc., así como cualquier otro  tipo de comunidad virtual en red.
Las aplicaciones se dividen en síncronas (en las que los usuarios interactúan al mismo tiempo) y asíncronas (los usuarios interactúan en diferente momento).
La  Fundación  Esplai,  que  tiene  como  objetivo  fortalecer  e  implicar  al  Tercer Sector en  la  lucha por  la  inclusión social, publicó en septiembre de 2004 en su diario digital unas reflexiones y propuestas sobre la e-inclusión.  A mi modo de ver, aportan una serie de claves que los Educadores Sociales deben recoger para futuras  elaboraciones  de  propuestas  de  alfabetización  digital  para  los  sectores más desfavorecidos. Indican las barreras añadidas que pesan sobre esas personas y que deben tenerse en cuenta en el diseño de cualquier iniciativa, éstas son:
  • La falta de confianza en la propia capacidad de estudio y aprendizaje.
  • La dificultad de identificar las propuestas que van dirigidas a ellas.
  • Aprendizaje  basado  en resolución  de  problemas  y  experimentación.
  • Las limitaciones de desplazamiento y disponibilidad de tiempo.
  • Las limitaciones económicas para financiar la formación.
  • La necesidad de un entorno que inspire confianza y seguridad.
Conclusiones:
1.  En  la formación de  los profesionales de  la Educación Social, y para  la mejora de sus intervenciones socioeducativas en sus diferentes áreas de actuación, se debe  contemplar  el  empleo  y  el  uso  de  las  nuevas  tecnologías  de  la información y la comunicación. 
2.  Existen  experiencias  y  proyectos,  algunos  citados  en  este  documento,  que contribuyen a la imagen de la figura del Educador/a Social como agente social y  de  formación  que  pueden  hacer  llegar  a  todos  los  grupos  sociales  la alfabetización digital.
3.  El  profesional  de  la  Educación  Social  debe  continuar  incorporando  las tecnologías  de  la  información  y  la  comunicación,  no  sólo  para  mejorar  la intervención social, sino para contribuir a salvar la brecha digital.  
4.  Las  herramientas  de  software  social  son  un  importante medio de  Educación Social  y,  por  este motivo,  son  recursos  válidos  para  los  profesionales  de  la Educación Social y para una intervención socioeducativa.

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